Taller-Sesión de dibujo en Tabakalera (Sukaldea) 17-11-2014  2015

Taller-Presentación: Cabeza-mano. El “Buen” dibujo

Dirección:  Duque de Mandas, 32
(Bajos de la Torre Atocha)
San Sebastian

19:00 – 22:00 h

El “buen” dibujo es aquel que no puede alterarse en absoluto sin que se destruya su vida interior, independientemente de que el dibujo contradiga a la anatomía, a la botánica o a cualquier otra ciencia. No se trata de que el artista contravenga una forma externa (y por tanto casual) sino de que el artista necesite o no esa forma tal como existe anteriormente.

Kandinsky. De lo espiritual en el arte. Paidós, Barcelona. 1º ed, 1996, p. 56
Esta consideración de Kandinsky frente al dibujo es muy acertada. Dibujar es ciertamente una acto de libertad que descansa sobre una necesidad. Necesidad de resolver o pensamiento. El trazo acompaña a una línea de pensamiento que marca el ritmo sobre el que reposa la representación. El trazo y el gesto son como la línea de bajo en la música. Los intentos figurativos son pensamientos rápidos, virtuosos, adornos agudos superpuestos al bajo, como el teclado o la guitarra.
La mano es más lenta que la cabeza y la cabeza es más libre. Lo que el pensamiento de la mano le resta a la velocidad del pensamiento mental, es lo que sobra en esa libertad. El pensar lento de la mano tiene el potencial de hacer de cualquier movimiento ya sea automático, intuitivo o intencionado, un dibujo. La insistencia repetitiva de la mano lleva cualquier dibujo a ser un “buen” dibujo.
En esto consiste dibujar bien: llevar los caprichos al límite. Rebasar ese límite asumiendo los errores y superándolos utilizando todo tipo de trampas y argucias, con el único fin de continuar, de no parar hasta que la frase pensada esté completa, o hasta que el dibujo respire, se levante, te dé una palmadita en la espalda o se ría de ti.
Con el tiempo, los errores, las deficiencias y las mentiras en tus dibujos se convierten en tu estilo personal y la forma en la que los ordenas e interpretas en tu técnica. De esta manera, aunque no hubieras dibujado en tu vida un árbol una casa o un rostro, te sitúas en el “buen” lugar donde parirás cientos de “buenos” dibujos.
Y cuando alguien a quien admires te diga que “ese” dibujo tan “bueno” es arte, empezarás a entender todos tus dibujos como arte. Los que a tu parecer no lo sean, terminarán en la papelera. Y sabrás distinguirlo porque ya eres artista.
Te convertiste en artista, porque aprendiste a pensar de esa forma, en las horas que pasaste dibujando y conociendo a tu mano.

 

Es indispensable acudir con el siguiente material:

◦    Un cuaderno de hojas resistentes o folios gruesos.(DINA 4, DINA 3)
◦   Soporte rígido para apoyar el papel (carpeta, tabla, etc)
◦    Cualquier herramienta sencilla de un solo color y suficiente para una sesión de tres horas.
◦    Una botella de agua o líquido para hidratarse.